Cochem (DE)

Historia del Bundesbank Bunker Cochem

De 1964 a 1988, el Bundesbank utilizó el búnker para almacenar la serie de sustitución BBk II. Este uso se abandonó en 1988 y todo el dinero almacenado, que nunca se necesitó, fue triturado. El búnker quedó entonces vacío. En 1994, Cochemer Volksbank compró el búnker e instaló taquillas en una parte para almacenar el dinero de sus clientes a prueba de inundaciones. Este uso también se abandonó y en 2014 una pareja emprendedora del pueblo vecino compró las instalaciones y, tras una exhaustiva restauración, las convirtió en un museo. Las dos casas de camuflaje (utilizadas para la formación de los empleados del Bundesbank hasta 1993) se convirtieron en un hotel, conservando la fachada catalogada. El diseño interior recuerda a los años sesenta, con detalles llenos de amor. En el sótano del hotel hay una entrada al complejo de búnkeres, que ahora está cerrado a los huéspedes.

Arquitectura del Bundesbank Bunker Cochem

Hochtief AG utilizó aproximadamente 3000 m³ de hormigón en los 2 años de construcción de la instalación del búnker, entre 1962 y 1964. La instalación se construyó en la roca y a unos 30 metros bajo tierra.
El búnker, con muros de hormigón de hasta cuatro metros de grosor en algunos puntos, tenía varias entradas:

• en el sótano del edificio residencial de Brauseleystrasse 7,
• detrás de los edificios residenciales (accesible desde la calle „Am Wald“),
• Salida de emergencia en la estructura de refrigeración para la deshumidificación del aire
• Salida de emergencia en la estructura de ventilación

En el pasillo de cien metros de largo que va desde el sótano del edificio residencial hacia la galería principal (también era el alojamiento de 90 civiles), hay una salida a la izquierda que conduce a una de las dos zonas seguras. En una sala de 140 metros cuadrados se instalaron cajas de malla, aseguradas por una puerta de acero con cerradura de combinación de unos 50 cm de grosor y varias toneladas de peso. La segunda cámara acorazada, aún más larga, se encuentra al final del pasillo de 100 metros, también a la izquierda. Una escalera conduce a los alojamientos y salas de trabajo de la planta superior. Aquí se encontraban las salas de aprovisionamiento y recreo y una sala de radio. Junto a la sala de radio se encuentra la llamada torre de refrigeración, incluida la escalera que la rodea. Este pozo de 14 metros de altura con un revestimiento de hormigón de más de 2 metros de grosor se utilizó en su día para abastecer la obra y como salida de emergencia.

El concepto de seguridad del sistema de cámara acorazada consistía en instalar sensores de vibración en las paredes a intervalos cortos, que activaban un sistema de alarma. La instalación es un edificio protegido desde 2011 y está reconocido como monumento cultural en Renania-Palatinado.